Si te tuviera frente a mí...

Si te tuviera frente a mí, si dejaras que tu corazón me escuche nuevamente, si tus ojos se dieran cuenta de lo que doy por tí, tendría muchas cosas que decirte, te regalaría versos de alegría, versos de desesperación versos de razón, versos de sueños y deseos…

Te he necesitado, te he llorado, te he recordado… cada noche vienes hacia mí como un vampiro que bebe de mis lágrimas, cada mañana me das una palabra de aliento, una esperanza para seguir viviendo, para seguir luchando contra mis demonios, para mostrarme que soy mucho mas de lo que creo ser, para ver que puedo derrotar a mi propio enemigo, para ser vencedor en mi propia mente.

Siempre he dicho que tu eres mi música, siempre lo he sentido y lo seguiré sintiendo, tus miradas soplan fuerte en mis ojos como un frío viento de invierno que anuncia la lluvia, tus palabras han sido estocadas de una espada que hiere carne y espíritu, tu egoísmo ha sido tan enorme y frío como las montañas cantándole a la nieve, pero pese a todo yo sigo ahí… sigo escalando, luchando por llegar a la cumbre y regalarte luz, regalarte calor, regalarte esperanza… Sinceramente no quiero poner mi bandera en la cumbre, tan solo quiero llegar y disfrutar, entender el viento frío, contemplar la soledad majestuosa, aprender de tu sabiduría, ver todo desde arriba y poder mostrarle al mundo que aquella montaña es única, esplendorosa, sabia, y que no es un monton de roca, sinó que es una fuente de vida, que tiene palabras enloquecedoras, acogedoras, extenuantes y sabias, que necesita ser comprendida y no odiada…

Recuerda que cada vez que sienta el frío golpear mis ojos, acudiré y llegaré nuevamente a tu cumbre… para mostrarle a la montaña que hay quienes escuchan su voz y necesitan de su compañía…